el blog de las marcas blancas

Salsa de tomate

El tomate frito es el gran aliado en nuestra cocina desde hace siglos, en concreto desde el siglo XVII cuando empezaron a elaborarse las primeras salsas de tomate. Es un indispensable en nuestros armarios ya que con él podemos elaborar platos rápidos que suelen gozar de gran popularidad como puede ser un plato de pasta con tomate o arroz a la cubana.

Todos conocemos la forma de elaborarlo y los ingredientes que debería contener (tomate, aceite de oliva virgen extra, sal y una piza de azúcar y/o bicarbonato para reducir su acidez). El problema es que muy pocos somos los que elaboramos la salsa de manera casera y tiramos de las salsas que encontramos en los supermercados. Es, sin duda, uno de los productos con más presencia en los lineales con decenas de marcas (Apis, Solís, Orlando, Hida, Helios...) y marcas blancas, por supuesto.

Si pensabais que el "apellido" casero, tradicional o receta de la abuela suponen una garantía de calidad y elaboración, estáis equivoados. Echad un vistazo al video de cómo se elabora realmente el tomate frito industrial.

Como relata Mario Sánchez (alias Sefifood) en este artículo de El Español, el tomate frito del supermercado ni siquiera es tomate frito porque técnicamente el tomate no está sometido a un proceso de fritura. En lugar de ello, el tomate se pela y trocea y se va cociendo poco a poco (a bastante menos temperatura que en la fritura) mientras se mezcla con el aceite en grandes depósitos.

Los ingredientes de la salsa de tomate frito estilo casero son los siguientes: 78% tomate, 2% zanahoria, 1% cebolla, azúcar, jarabe de glucosa y fructosa, aceite de girasol, almidón modificado de maíz, sal, acidulante: ácido cítrico; especias.

Algo no nos cuadra en los ingredientes del producto. Como bien deberíais saber todos, los ingredientes se deben enunciar en orden de cantidad. En este caso, Lidl nos especifica el porcentaje de varios de ellos. Si hacemos la suma, no obtenemos el 100% (78+2+1+1+1+1+1+1+1+1= 88(estas últimas cifras las hemos propuesto nosotros, porque no vienen especificadas pero deben ser, en cualquier caso, inferiores al 1%)). Viendo los valores nutricionales siguen sin salirnos las cuentas.

Los valores nutricionales medios por 100 gramos son los siguientes:
Valor energético: 76 kcal
Grasas: 3,3 g
(de las cuales, saturadas: 0 g)
Hidratos de carbono: 10 g
(de los cuales, azúcares: 8 g)
Proteínas: 1 g
Sal: 1,5 g

José Manuel López Nicolas (del blog Scientia) es "Un científico en el supermercado": Un viaje por la ciencia de las pequeñas cosas. Disfruta ya de su libro.

Sin gluten y con un sabor más parecido al casero, aunque sin llegar a serlo.

Sin aceite de oliva y con jarabe de glucosa y fructosa y almidón de maíz.

El producto obtiene un "4" en el sistema de clasificación Nova y una C en Nutriscore (aunque en la web de la OCU obtiene una B). Tiene un contenido moderado de azúcares pero es algo elevado en sal.

La compañía vallisoletana Helios (que significa "el sol" en griego) es la responsable de la salsa de tomate estilo casero Freshona de Lidl. La empresa nació de la iniciativa del bisabuelo de los actuales propietarios, Gaspar Pérez y su hijo Alejandrino, que tras fundar una confitería en Valladolid distribuyó desde el humilde obrador muchos kilos de dulces para la Casa Real. Tras ello, en 1959 se construye una fábrica en Valladolid, contando con 40.000 m2 en la actualidad. Actualmente Helios centra su actividad en la fabricación y venta de mermeladas, conservas vegetales, tomate frito y salsas, frutas confitadas, encurtidos entre otros muchos productos. Poseen plantas también en Navarra y Huelva y presencia internacional y cuentan con las marcas Helios, Bebé, Eva, Mühlhäuser y Filito. Como curiosidad, desde hace algunos años Helios se encarga de fabricar los sobres de ketchup de los restaurantes McDonalds.